Mejores Procesadores Intel y AMD para gaming, diseño y multitarea
- Frank Cambar
- 2 jul 2020
- 20 Min. de lectura
Actualizado: 3 jul 2020

Comprar el mejor procesador posible es el primer paso para montar un buen PC, ya que este componente es el más importante en todo el ordenador: es como su cerebro.
Sin embargo, la decisión no es fácil. El mercado está lleno de opciones, y seguramente te harás muchas preguntas: ¿Es mejor Intel o AMD? ¿Cuántos núcleos necesito para jugar? ¿Y qué significan todas las especificaciones que aparecen en la descripción de cada modelo?
A pesar de ello, es un momento excelente para comprar un procesador, ya que la feroz competencia que están librando los dos fabricantes de CPU está haciendo que los precios bajen y sea más asequible que nunca hacerse con un microprocesador potente para gaming u otras aplicaciones.
En esta guía te ayudaremos a tomar la decisión adecuada, según tu presupuesto y el uso que vayas a dar a tu nuevo equipo.
Mejores procesadores baratos: Menos de 100 Dolares
En este apartado recogemos los mejores procesadores más económicos, dirigidos a usuarios que tengan un presupuesto escaso. Si solo vas a jugar de vez en cuando, en resolución 720p o a juegos poco exigentes, como eSports, entonces estos modelos son para ti.
El AMD Ryzen 3 3200G es nuestra principal elección en este rango de precios, ya que ofrece una solución 2×1 con gráficos integrados por un coste muy asequible.

El Ryzen 3 3200G es la mejor opción del mercado para quienes tengan un presupuesto ultrarreducido, ya que se trata de una APU, es decir, un procesador con chip gráfico integrado, por lo que te ahorras la compra de una tarjeta gráfica independiente.
En concreto, este modelo monta un chip AMD Radeon Vega 8 que nos permitirá jugar a títulos poco exigentes, especialmente eSports, y a otros algo más potentes en resoluciones de 720p.
Si bien para juegos con una calidad visual mayor o para 1080p necesitas una tarjeta gráfica aparte, es una solución bastante buena mientras ahorras para poder comprar una.
En cuanto la potencia de la CPU, supera al Pentium G5400 (uno de sus principales rivales) en la mayoría de aplicaciones, y con sus cuatro núcleos y su frecuencia de 3,6 GHz-4 GHz, es una alternativa muy válida para tareas de día a día, multimedia y de ofimática. Y lo mejor de todo: permite hacer overclock para llegar a velocidades aún mayores.
Y todo ello por menos de 100 Dolares… ¿qué más se puede pedir?
Socket: AM4
Núcleos/hilos: 4/4
Frecuencia base: 3,6 Ghz
Frecuencia turbo: 4 GHz
Overclocking: Sí
L3 Caché: 4 MB
TDP: 65 w

El Intel Pentium G5400 ofrece un sorprendente rendimiento tanto en gaming como en tareas de productividad para tratarse de una CPU de menos de 70 euros.
Esto se debe en parte a la tecnología hyper-threading, que fue incorporada a la línea Pentium por primera vez en los Kaby Lake.
Su frecuencia es de 3,7 Ghz, menor que la del Intel Pentium G5600, pero este roza los 100 euros, y la diferencia en la práctica no es tan notable. Por eso, creemos que este G5400 es una compra más recomendable, ya que podemos invertir lo que nos ahorramos con él en una gráfica y disfrutar de un PC gaming bastante resultón por unos 400 o 500 euros.
Lleva incorporado el chip HD Graphics 610, que aunque no sea suficiente para la mayoría de los juegos, si te quedas sin tarjeta gráfica puede sacarte del apuro mientras la reemplazas.
Viene con un ventilador incorporado que resulta más que suficiente para la mayoría de los usuarios, puesto que no admite overclocking.
En su contra juega que carece de soporte para AVX, un conjunto de instrucciones cada vez más usado en procesos multimedia y modelado 3D, y que no puede hacerse overclock.
Se trata de dos funcionalidades que sí están presentes en el AMD Ryzen 3200G, una mejor opción si puedes permitirte la diferencia, y que además cuenta con chip gráfico integrado.
Socket: LGA 1151
Núcleos/Hilos: 2/4
Frecuencia base: 3,7 Ghz
Frecuencia turbo: –
Overclocking: No
L3 Caché: 4 MB
TDP: 58 w

El Athlon 200GE es una otra alternativa más que interesante para quienes no puedan gastar mucho en la compra de su nuevo PC, y resulta aún más barato que las opciones anteriores.
Se trata de una CPU con 2 núcleos y 4 hilos con chip gráfico Vega 3 integrado con el que es posible jugar en bajas resoluciones a títulos poco exigentes, como Overwatch, LOL o Dota 2.
También cuenta con la ventaja de que admite overcloking (aunque no de forma oficial), por lo que es posible aumentar su frecuencia para llegar a un rendimiento cercano al del Athlon 240GE, que cuesta casi 20 euros más. Y ello con el ventilador que trae de serie, sin necesidad de hacer inversiones extra.
En comparación con el Pentium G5400, el rendimiento es algo inferior, pero la capacidad de este Ryzen para hacer overclock y sus gráficos integrados lo convierten en una apuesta más fiable para los presupuestos más reducidos.
Núcleos: 2
Hilos: 4
Frecuencia base: 3,2 Ghz
Frecuencia turbo: –
Overclocking: Sí
L3 Caché: 4 MB
TDP: 35 w
Mejores procesadores de gama media-baja: entre 100 y 150 Dolares
Con este presupuesto podrás hacerte con un procesador más rápido, que no frenará tu sistema en cuanto le añadas más carga de trabajo.
Son ideales para ordenadores de entre 500 y 800 euros aproximadamente, que aunque sigan siendo asequibles, son capaces de presentar batalla si cuentan con una tarjeta gráfica decente.

El Ryzen 5 3400G es otra APU de AMD que nos permite montar un PC económico que pueda mover cualquier juego de actual generación. A diferencia de su hermano pequeño, el Ryzen 3 3200G, este permite jugar incluso en 1080p, aunque en muchos juegos deberás bajar el detalle gráfico para conseguirlo.
Esto se debe a que su chip gráfico, el Vega 11, es superior: incorpora 11 unidades de computación, frente a los 8 del Ryzen 3200G, una mayor velocidad de frecuencia y más shaders o procesadores stream. Simplemente, no hay ninguna combinación de procesador + tarjeta gráfica que iguale el rendimiento de esta APU por los su precio.
Además, este Ryzen 3400G supera al 3200G en otros dos apartados esenciales: disfruta de tecnología SMT (Multi-Threading), por lo que tiene 8 hilos para un mejor desempeño en aplicaciones de productividad y multitarea, y su frecuencia sube hasta los 3,7 GHz y los 4,2 GHz en modo turbo.
A todo ello también hay que sumarle un excelente potencial para hacer overclocking, en caso de que quieras ganar algunos FPS de más, aunque es algo totalmente opcional.
Núcleos/Hilos: 4/8
Frecuencia base: 3,7 Ghz
Frecuencia turbo: 4,2 GHz
Overclocking: Sí
L3 Caché: 4 MB
TDP: 65 w

El Intel Core i3-9100F es una gran opción a día de hoy para construir un PC gamer basado en Intel a un precio moderado.
Se trata de un modelo quad-core que, por primera vez en un i3, ofrece frecuencia turbo: hasta 4,2 GHz mientras que la velocidad base se queda en los 3,6 GHz.
Por lo tanto, es un microprocesador muy apto tanto para gaming como para productividad a nivel básico, muy eficiente y con una buena potencia por núcleo.
Su única desventaja importante es que no tiene chip gráfico integrado, por lo que necesitarás comprar una tarjeta gráfica aparte, aunque el gaming no sea tu prioridad. Si esto es un inconveniente, tienes la versión i3-9100 estándar (sin -F) que sí incorpora gráficos, aunque tendrás que pagar nos 50 euros más.
Pese a su bajo precio, permite equiparla con una tarjeta gráfica de gama media, como la GTX 1660 o la RTX 2060, sin que haga cuello de botella. De esta forma podemos mover cualquier juego de forma fluida en 1080p por un presupuesto bastante contenido.
Núcleos/Hilos: 4/4
Frecuencia base: 3,6 GHz
Frecuencia turbo: 4,2 GHz
Overclocking: No
L3 Caché: 6 MB
TDP: 65 w
Mejores procesadores de gama media: entre 150 y 200 Dolares
Este segmento es el que presenta una mejor relación calidad-precio. Con estos procesadores podrás jugar a los últimos títulos del mercado con una calidad gráfica alta (siempre que tengas una tarjeta gráfica acorde), pero sin llegar a pagar un sobreprecio por una potencia que luego no aprovecharás.
Si eres un gamer entusiasta, o si además de jugar vas a utilizar tu PC para trabajos de productividad de vez en cuando, aquí encontrarás tu procesador ideal.
En este segmento, nuestro preferido es el Ryzen 5 3600, gracias al gran rendimiento que consigue a un coste bastante asequible. El Intel Core i5-9400F, por su parte, ofrece algo más de potencia por núcleo.

El Ryzen 5 3600 es el mejor procesador de gama media del mercado, y uno de los mejores disponibles a día de hoy en cualquier segmento de precios.
En su tercera generación de procesadores Ryzen, AMD ha aumentado el número de instrucciones por ciclo (IPC) en torno a un 15% y la velocidad de frecuencia, pasando de 3,4 GHz a 3,6 GHz de frecuencia base.
Además, esta CPU incorpora la nueva arquitectura Zen 2, con un proceso de 7 nm.
El resultado es una bestia de procesador que funciona a las mil maravillas tanto en operaciones de un solo núcleo como en multinúcleo, rindiendo también a gran nivel en el terreno del gaming. Tanto es así, que este modelo acaba con la norma que decía que los AMD eran mejores para trabajar y los Intel para jugar.
También cuenta con tecnología multihilo, por lo que puede presumir de 6 núcleos y 12 hilos frente a los 6 núcleos y 6 hilos de los i5. Esto viene de perlas para realizar varias tareas simultáneas de forma fluida, como emitir en streaming, hacer copias de seguridad o descomprimir archivos de gran tamaño mientras juegas.
Donde Intel sigue manteniendo su ventaja es en el overclocking. El i5-9600k tiene un potencial superior, aunque también es más caro, y no trae ventilador de serie.
Si bien este Ryzen 3600 está desbloqueado y permite hacer overclock para conseguir un extra de rendimiento, no llega a unas velocidades tan altas. Pero, siendo sinceros, esto no debe ser un problema para la mayoría de los usuarios.
Está disponible una versión superior, el Ryzen 5 3600X, con mayor frecuencia (3,8 GHz-4,4 GHz) y un mejor disipador, el Wraith Spire. Pero la versión básica (sin -x) tiene una mejor calidad-precio, y con un poco de overclock, prácticamente se pone a su nivel.
El Ryzen 5 2600 de generación también sigue siendo una excelente elección, mientras quede stock y mantenga un buen precio.
Socket: AM4
Núcleos/Hilos: 6/12
Frecuencia base: 3,6 Ghz
Frecuencia turbo: 4,2 GHz
Overclocking: Sí
L3 Caché: 32 MB
TDP: 65 w

Este procesador es una de las grandes sorpresas que nos ha deparado el mercado en los últimos meses en esta gama de procesadores. Aunque lo hemos incluido en la gama media por su rendimiento, su precio no llega a los 100 euros, lo que nos parece una auténtica ganga.
Pese a lo que puede sugerir su nombre, no estamos ante un Ryzen de primera generación, sino ante una versión más barata del Ryzen 5 2600. Solo que, en una extraña decisión de marketing, AMD ha decidido mantener el nombre del Ryzen 5 1600 que lanzó en 2017.
Denominaciones aparte, la única diferencia respecto al Ryzen 5 2600 es que tiene una frecuencia ligeramente inferior: 3,2 GHz-3,6 GHz frente a 3,4 GHz-3,7 GHz.
Pero, puesto que está totalmente desbloqueado y viene con un buen disipador de serie, puede overclockearse hasta conseguir el mismo rendimiento que aquel.
Por lo demás, las especificaciones son prácticamente las mismas.
Gracias a sus 6 núcleos y 12 hilos es un procesador tremendamente versátil para distintos tipos de usos. Y en cuanto a gaming, ningún procesador de Intel se acerca a su rendimiento por un precio tan asequible.
Por último, una advertencia. El añadido “AF” del nombre se lo han puesto los usuarios de la red, pero AMD vende este modelo simplemente como Ryzen 5 1600, al igual que muchos comercios.
Para distinguirlo del procesador antiguo, tienes que fijarte en el número de modelo. Asegúrate que sea el YD1600BBAFBOX. Si no contiene “AF”, es el 1600 original.
Núcleos/Hilos: 6/12
Frecuencia base: 3,2 Ghz
Frecuencia turbo: 3,6 GHz
Overclocking: Sí
L3 Caché: 16 MB
TDP: 65 w

El Intel Core i5-9400F es la joya de la corona de Intel en la gama media. Ofrece un increíble rendimiento para gaming gracias a la robustez de sus núcleos, superando incluso a procesadores bastante más caros en algunos escenarios.
Y todo ello a un precio bastante más bajo que el de los i5 de anteriores generaciones: solo por un poco más de lo que cuesta un i3.
Para conseguir este ahorro de costes, Intel ha renunciado a los gráficos integrados. Algo que no es un problema para ningún gamer, ya que, sí o sí, de todas formas necesitas una tarjeta gráfica dedicada para poder jugar.
Incorpora 6 núcleos y no tiene tecnología multihilo, a diferencia de su gran rival en AMD, el Ryzen 5 3600. Por ello, no es tan competente en multitareas, aunque sí que lo supera en gaming.
La frecuencia se ha incrementado ligeramente con respecto al i5-8400 anterior, hasta situarse en los 2,9 GHz base y hasta 4,1 GHz con la tecnología Turbo Boost, que acelera el sistema de forma automática en momentos puntuales cuando las condiciones lo requieren.
Eso sí, no admite overclocking, aunque el lado positivo de esto es que puedes instalarlo en una placa H370 económica y tampoco necesitas un disipador distinto al que trae de stock.
Entre otras características, también tiene 9 Mb de Smart Caché y consume sólo 65w, por lo que deja disponible una gran cantidad de energía para la tarjeta gráfica.
Si quieres el mismo procesador con chip gráfico integrado, tienes el Intel Core i5-9400, pero creemos que no merece la pena la diferencia de precio.
Socket: LGA 1151
Núcleos/Hilos: 6/6
Frecuencia base: 2,9 Ghz
Frecuencia turbo: 4,1 GHz
Overclocking: No
L3 Caché: 9 MB
TDP: 65 w
Mejores procesadores de gama alta: entre 200 y 250 Dolares
Aquí puedes encontrar los mejores procesadores que existen actualmente para jugar. Están enfocados a un público exigente, que solo se conforma con lo mejor y al que le gusta exprimir todo el potencial de su hardware.
Por supuesto, estos modelos no son baratos, y si optas por uno de ellos el resto de componentes de tu equipo también tiene que estar a la altura.

Si buscas una buena combinación entre gaming, productividad y calidad-precio, no busques más. El Ryzen 7 3700X es tu procesador.
Dispone de 8 núcleos y 16 hilos que, aunque puede que no tengas que recurrir a ellos en el día a día, siempre son útiles si en algún momento quieres hacer algo de streamig, multitarea o algún tipo de edición multimedia más pesada.
Supera ampliamente a su predecesor, el Ryzen 7 2700X, mientras reduce el consumo de energía de 105w a 65w. En cuanto a sus competidores de Intel, el Core i7-7900K es un poco más robusto al jugar en 1080p, pero si tienes un monitor de mayor resolución, esta diferencia prácticamente desaparece.
En cambio, en aplicaciones que requieran más núcleos, este Ryzen se muestra superior, y todo ello por un precio bastante más barato.
También cuenta con soporte para PCIe 4.0 (si lo usas junto con una placa base X570) e incluye un ventilador Wraith Spire RGB con el que podrás hacer overclock para llevar su rendimiento todavía más lejos.
Socket: AM4
Núcleos/Hilos: 8/16
Frecuencia base: 3,6 Ghz
Frecuencia turbo: 4,4 GHz
Overclocking: Sí
L3 Caché: 32 MB
TDP: 65 w

Si quieres absolutamente lo mejor para jugar en tu PC, y no tienes problemas de presupuesto, no dudes en ir por este Intel Core i7-9700K.
Estamos hablando de una monstruosidad de procesador, que ha aumentado el número de núcleos del anterior i7-8700K hasta llegar a los ocho y así lograr un producto apto para jugar a los títulos más exigentes a altas resoluciones de forma muy fluida.
Por el camino, eso sí, ha perdido la tecnología multi-threading, pero en términos generales sale ganando con respecto al modelo anterior, ya que para jugar importan más los núcleos físicos que los virtuales.
Además, el multi-threading suele implicar mayores temperaturas, por lo que es posible emparejar este i7-9700K simplemente con un buen ventilador por aire, sin necesidad de usar refrigeración líquida (eso sí, tendrás que comprarlo tú, ya que no lo trae de serie).
Su frecuencia también es asombrosa. De una velocidad base de 3,6 GHz (que no está nada mal para tener 8 núcleos), puede llegar hasta 4,9 GHz en el modo turbo.
En los benchmarks de juegos se sitúa cerca del i9-9900K, pero a un precio mucho más asequible, y también tiene un gran rendimiento en múltiples procesos en paralelo.
Dicho esto, si quieres ahorrar algo y buscas un modelo con mejor calidad-precio, te recomendamos el Ryzen 7 3700X en su lugar. Aunque rinde algo menos en gaming, es más económico y viene con disipador.
Socket: LGA 1151
Núcleos/Hilos: 8/8
Frecuencia base: 3,6 Ghz
Frecuencia turbo: 4,9 GHz
Overclocking: Sí
L3 Caché: 12 MB
TDP: 95 w

La segunda generación de procesadores Ryzen, basados en la arquitectura Zen+, todavía son opciones más que interesantes, pese a la llegada de sus sucesores, en este caso el Ryzen 7 3700X.
Y es que este procesador puede encontrarse por un precio realmente atractivo, al menos hasta que quede suficiente stock en los comercios.
El Ryzen 7 2700X tiene todo lo que un usuario de PC avanzado puede pedir: un buen rendimiento en gaming, un mejor desempeño en aplicaciones intensivas y multitarea, multiplicador desbloqueado, un ventilador de serie de notable calidad…
Junto con una buena tarjeta gráfica, es capaz de ofrecer resultados espectaculares, especialmente en resoluciones de 1440p y 4K, donde prácticamente iguala al Intel i7-9700K.
Al igual que su predecesor, el Ryzen 7 1700X, tiene 8 núcleos con multi-threading, para un total de 16 hilos. Esto lo convierte en una excelente opción para quienes también quieran realizar edición de vídeo, diseño gráfico u otras tareas de productividad.
Su frecuencia base es de 3,7 GHz, y en turbo alcanza los 4,3 GHz. Incluye el disipador Wraith Prisme, una evolución del Spire incluido en el Ryzen 1700. Se caracteriza por ser más silencioso, por tener un mayor control a la hora de hacer overclock y por su sistema de iluminación RGB.
Su potencial para hacer overclock es algo limitado en comparación con el i7-9700K, pero es más barato hacerlo, ya que no requiere de la compra de un disipador ni una placa base demasiado cara.
Socket: AM4
Núcleos/Hilos: 8/16
Frecuencia base: 3,7 Ghz
Frecuencia turbo: 4,3 GHz
Overclocking: Sí
L3 Caché: 16 MB
TDP: 105 w
Mejores procesadores profesionales: más de 250 dolares
Los procesadores que aparecen en los apartados anteriores están dirigidos principalmente a usuarios domésticos, gamers o incluso semiprofesionales de la edición multimedia u otras tareas de productividad.
Pero si manejas día a día aplicaciones que exijan el máximo al procesador y quieres acelerar todo lo posible tu flujo de trabajo, entonces ninguno de esos modelos será suficiente.
En su lugar, te presentamos estas auténticas bestias capaces de conseguir un rendimiento extremo en multitareas y procesos que se aprovechen de muchos núcleos a la vez.

Si necesitas un equipo de trabajo de alta gama pero también disfrutas de tus partidas a los mejores juegos del mercado, este Intel Core i9-9900K es tu mejor opción, ya que es el procesador más rápido del mercado para gaming mientras que también ofrece núcleos de sobra para otras tareas de productividad.
Tiene la mitad de núcleos que el Threadripper 2950X, por lo que, como es lógico, se queda por detrás en el trabajo con varias tareas simultáneas y aplicaciones multinúcleo. Pero en rendimiento individual por núcleo, el i9-9900K se muestra en torno a un 10% y un 20% superior, dependiendo del escenario.
Su frecuencia base es de 3,6 GHz, y en modo turbo puede llegar hasta los 5 GHz hasta en dos núcleos a la vez. Pocos modelos del mercado llegan hasta esa cifra. Y equipado con un buen sistema de refrigeración (preferiblemente líquido), puede llevarse aun más lejos.
Eso sí, si tu uso principal va a ser el gaming, puede llegar a ser overkill, dado su elevado precio. En ese caso, harías mejor en quedarte con el Intel Core i7-9700K e invertir la diferencia en una buena tarjeta gráfica.
Socket: LGA 1151
Núcleos/Hilos: 8/16
Frecuencia base: 3,6 Ghz
Frecuencia turbo: 5,0 GHz
Overclocking: Sí
L3 Caché: 16 MB
TDP: 95 w

El Threadripper 2950X es el rey actual de los procesadores orientados a profesionales. El sucesor del Threadripper 1950X sigue ofreciendo 16 núcleos y 32 hilos, pero con frecuencias mayores: 3,5 GHz y 4,4 GHz en modo turbo. Esto se traduce en una subida del rendimiento de entre un 5% y un 8%.
El Threadripper 2950X cuenta con una avanzada tecnología por medio de la cual separa los 16 núcleos en dos pastillas o dados de silicio, cada uno con dos canales de memoria y 32 pistas PCIe gen 3, que combinados arrojan un total de cuatro canales de memoria y 64 pistas PCIe.
Esto quiere decir que podrías instalar cuatro tarjetas gráficas, dos discos SSD M.2 NVM, un disco duro y varios periféricos y aún así tener conectores sobrantes.
Este sistema también permite una mayor flexibilidad en el proceso de fabricación, que se traduce en un menor precio con respecto al 1950X, además de un mejor rendimiento.
¿En qué tipo de tareas brilla este procesador? Principalmente en trabajos de computación, pero también en creación de contenido y edición multimedia.
Para gaming, sin embargo, su rendimiento no está a la altura de procesadores como el Ryzen 5 2600 y mucho menos el Ryzen 7 2700, por lo que no merece el coste extra.
Socket: TR4
Núcleos/Hilos: 16/32
Frecuencia base: 3,5 Ghz
Frecuencia turbo: 4,4 GHz
Overclocking: Sí
L3 Caché: 32 MB
TDP: 180 w
AMD Threadripper 1920X

El AMD Threadripper 1920X de anterior generación ofrece una buena dosis de potencia para creación de contenidos y tareas de computación a un precio realmente competitivo: menos de 400 euros.
Por lo tanto, es una gran alternativa para usuarios exigentes que quieran adentrarse en el terreno de los procesadores HED (High-End Desktop) sin dejarse sus ahorros.
Este modelo trae 12 núcleos y 24 hilos y una frecuencia base de 3,5 GHz y de 3,7 GHz en modo turbo en todos sus núcleos. Esta cifra puede elevarse hasta los 4,2 GHz en cuatro núcleos simultáneos gracias a la tecnología de intervalo de frecuencias ampliado (XFR) de AMD.
En procesos de un solo núcleo este Threadripper 1920X se muestra más que sólido, superando en algunas aplicaciones incluso al 1950X, que tiene cuatro núcleos más, pero también frecuencias más bajas.
Pero es en el trabajo multiproceso donde desata todo su potencial, mostrando un gran rendimiento en todos sus hilos. También es apto para jugar en altas resoluciones (1440p o 4K), aunque si este va a ser tu principal uso, no merece la pena gastarse tanto.
Se trata de un procesador con muy buenas temperaturas, por lo que no necesitarás un sistema de refrigeración muy caro para mantenerlo fresco.
Socket: TR4
Núcleos/Hilos: 12/24
Frecuencia base: 3,5 Ghz
Frecuencia turbo: 4,2 GHz
Overclocking: Sí
L3 Caché: 32 MB
TDP: 180w
Cómo elegir procesador: todo lo que necesitas saber
Elegir el procesador adecuado es esencial, tanto si vas a comprar un PC totalmente nuevo como si solo quieres reemplazar tu vieja CPU por una más moderna.
En el caso de que vayas a configurar un ordenador nuevo, lo más recomendable es empezar por elegir qué procesador tendrá, ya que ello condicionará el coste total del equipo, qué placa base deberás comprar, con qué tarjeta gráfica puedes acompañarlo, etcétera.
A continuación te contamos todo lo que debes saber para elegir tu CPU perfecta.
Presupuesto: Cuánto te gastarás en tu PC
Al establecer un presupuesto para tu procesador, también deberás tener en cuenta la cantidad total que invertirás en todo el ordenador.
Esta es la mejor forma de conseguir un equipo equilibrado, y evitar errores como emparejar un procesador muy potente con una tarjeta gráfica de gama baja, por ejemplo.
Una buena regla por la que guiarse es dedicar en torno al 20% de tu presupuesto total a la compra del procesador.
Para qué usarás el ordenador
El segundo factor más importante que debes tener en cuenta es el uso que le darás a tu PC. No es lo mismo si solo lo quieres para navegar por Internet y ver series que si lo vas a utilizar de forma profesional en un estudio fotográfico, por ejemplo.
En líneas generales, podemos establecer los siguientes usos:
Tareas básicas: Aquí entran las actividades más cotidianas y sencillas, como trabajos de ofimática, navegar por la web, ver series y películas, escuchar música… Para estos usos te servirán los procesadores más baratos de esta guía de compra.
Gaming: Si tu objetivo principal es montar un PC para poder jugar en él, necesitarás un procesador de gama media. Si no dispones de mucho dinero también puedes comprar uno de gama baja, siempre que lo acompañes con una buena tarjeta gráfica. En cambio, no recomendamos uno de los modelos de gama alta, ya que es mejor invertir en la gráfica.
Productividad, edición y diseño: En este apartado incluimos tareas como diseño gráfico, edición de vídeo y fotografía, emisión en streaming de tus partidas… Si te sientes identificado con esta categoría, busca en nuestra selección de procesadores de gama alta.
Trabajos pesados: Aquí se encuadran las tareas que más exigen al procesador, y que a menudo son realizadas por profesionales audiovisuales y técnicos: edición de vídeo en 4K, renderizado de texturas, modelado en 3D…
Intel o AMD
Este es un eterno debate en las comunidades de aficionados al hardware, aunque a decir verdad ya está bastante trasnochado.
Simplemente ninguno de los dos fabricantes es mejor que el otro. Cada uno tiene productos de características y precios diferentes, por lo que la mejor elección siempre será la que mejor se ajuste a tus necesidades.
Es cierto que hasta hace unos años Intel estaba a la vanguardia de la innovación, pero AMD ha conseguido alcanzarle con sus procesadores Ryzen.
A día de hoy, Intel lleva una pequeña ventaja para gaming y tareas que requieran pocos núcleos, mientras que AMD se muestra algo superior para trabajos de edición y multitarea.
Esto puede darte una ligera pista sobre qué marca elegir, pero realmente no puedes equivocarte con ninguna de las dos. Ambas son gigantes tecnológicos con mucha experiencia a sus espaldas.
Overclocking: ¿sí o no?
Algunos procesadores permiten la práctica del overclocking, que no es más que elevar la velocidad de frecuencia de una CPU por encima de la que aparece en sus especificaciones.
De estos modelos se dice que están “desbloqueados”, frente a los “bloqueados”, que no la admiten.
Hay varios motivos por los que realizar overclocking. Algunos lo hacen por puro placer. Otros para ver hasta dónde pueden llevar la potencia de su equipo. Y también hay quienes simplemente quieren conseguir algunos FPS (frames por segundo) extra en sus juegos.
Sin embargo, el overclocking no es para todo el mundo. Realizarlo conlleva tener que ajustar distintos parámetros y estar pendiente de las temperaturas que alcanza tu equipo con el fin de que no acabe dañado.
Además, si te decides a hacerlo, debes saber que el coste total de tu equipo subirá, ya que necesitarás un disipador mejor que el que el procesador trae de serie y una placa base capaz de soportar esta práctica, especialmente si optas por la vía Intel, para lo que debes hacerte con un modelo cuyo nombre acabe en -K.
En cambio, todos los Ryzen admiten esta práctica, en mayor o menor medida, y muchos cuentan con un disipador bastante decente para realizarla al menos de forma moderada.
Como ves, se trata de otra decisión importante que debes tomar antes de lanzarte a comprar un nuevo procesador.
Especificaciones técnicas: en qué debes fijarte
Leer las especificaciones técnicas de un procesador (y en general de cualquier componente) y sacar algo en claro no siempre es sencillo.
Es posible que te encuentres con muchos términos y siglas que no conoces, o que simplemente no sepas cuales son los aspectos más importantes que determinarán el rendimiento de tu procesador.
Por eso, hemos preparado este pequeño resumen con las características más importantes en la que debes fijarte:
Frecuencia o velocidad: Este término también lo puedes encontrar expresado como velocidad de reloj, frecuencia de funcionamiento, ciclo de reloj u otros nombres similares. Aparece en gigahercios (Hz), y mide la velocidad a la que opera el chip del procesador. Normalmente existe una frecuencia base para tareas ligeras y una frecuencia turbo o acelerada para cuando se le exige más trabajo al procesador. El cambio entre ambos modos se produce automáticamente.
Número de núcleos: Los núcleos son las unidades de procesamiento con las que cuenta el procesador. Cada uno de ellos es capaz de llevar a cabo una tarea distinta, por lo que las CPU con varios núcleos pueden llevar a cabo varios trabajos a la vez más rápido, ya que comparten la carga de trabajo entre sus unidades. Los procesadores actuales suelen contar con entre 4 y 8 núcleos, aunque también es posible encontrar modelos con hasta 18. El número de núcleos que necesitas dependerá en gran medida del uso que le quieras dar a tu PC. Para gaming, rara vez se aprovechan más de 4 núcleos, mientras que para tareas como diseño en 3D o edición de vídeo es beneficioso contar con algunos más.
Número de hilos: Los hilos o núcleos virtuales son los procesos independientes que puede llevar a cabo de forma simultánea un núcleo. Normalmente, cada núcleo se corresponde con un solo hilo, pero tanto AMD como Intel han desarrollado tecnologías para que los núcleos de sus procesadores puedan dividirse en dos hilos, que llevan a cabo acciones diferentes. En el caso de Intel, esta capacidad se llama Hyper-Threading, y en el caso de AMD Simultaneous Multithreading (SMT). Sin embargo, se suele usar el término de Intel de forma generalizada.
Instrucciones por ciclo (IPC): Son el número de acciones que puede ejecutar el procesador en cada ciclo de reloj. Esta cifra puede ser diferente incluso en modelos con misma frecuencia y mismo número de núcleos, ya que depende de si están fabricados por Intel o AMD, de su arquitectura y de la generación a la que pertenezcan. A veces un procesador con una frecuencia más baja pero un IPC mayor puede ser más rápido en la práctica que otro con mayor frecuencia pero menor IPC. Esta característica es algo más difícil de averiguar que las anteriores, ya que normalmente no está indicada en las especificaciones del producto. Por ello, es recomendable buscar información al respecto antes de decidirse por uno u otro procesador.
Consumo energético (TDP): No todos los procesadores consumen la misma cantidad de energía. El TDP (Thermal Design Power) indica en vatios (w) la máxima temperatura que puede generar una CPU, y por lo tanto, la energía que consume. Cuanto mayor sea esta cifra, mayor potencia deberá tener nuestra fuente de alimentación, y más calor debe ser capaz de disipar el ventilador del CPU que instalemos.
Memoria caché: Los procesadores cuentan con una pequeña reserva de memoria, llamada caché, que utiliza para almacenar información que el sistema considera que puede necesitar a muy largo plazo. Para el procesador resulta más rápido acceder a esta memoria que a la RAM, y mucho más que al disco duro, por lo que se usa para acortar los procesos que lleva a cabo. La caché puede ser de tipo L1, L2 y L3, cada una de mayor capacidad que la anterior pero también más lenta. Se trata de un aspecto secundario que solo debes tener en cuenta en caso de absoluta duda para elegir tu procesador, ya que en el mundo real no marca mucha diferencia.
Socket de la placa base
Para que tu procesador funcione, debe ser compatible con la placa base, y más específicamente, con su socket. El socket es el zócalo o conector en el que se inserta el procesador.
Si ya tienes una placa base y solo tienes que reemplazar el procesador, tendrás que buscar uno compatible con su socket, por lo que las opciones que tendrás serán bastante limitadas. En cambio, si vas a construir un PC de cero y vas a comprar tanto la CPU como la placa base, tendrás más libertad para elegir el procesador que quieras.
AMD es más flexible con sus sockets, y cuando lanza uno nuevo, normalmente es compatible con varias generaciones de procesador. Los procesadores de Intel, en cambio, no suelen ser retrocompatibles con respecto a los sockets, ya que estos adoptan nuevas versiones con ligeros cambios con cada nueva generación de CPU.

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